sábado, 28 de febrero de 2009

A LEÓN GIECO - POESÍA


Bajo el añoso ceibo
Con simpleza
Floreciste,
Entre la tierra y el sol
Tu luz fuerte, creció.
El canto del jilguero
No fue cubierto
Por las grandes flores que
Tristemente peleaban
Por un rayo de luz.
Ese canto del alma
Hizo que tus pétalos se libraran
Entre nieblas de primavera,
Cuando la silueta de la libertad
Por la ciudad se abrió.
Madera con voz y misión
Que hasta el alma llegó,
Quizá por eso
Aquellas insanas espinas
Quisieron cortar
La raíz con el aliento al árbol que las vio nacer
Esa semilla fuertemente arraigada
En el corazón de la gente,
En plazas, en barrios.
Tus manos abrazan las dos puntas del país
Mientras soplas una canción a Dios
Con ritmo de plegaria y alegría de unión,
Tu voz es la sonrisa del pueblo,
La misma sonrisa del creador,
Cuando suspiró tu espíritu,
Eco de los pañuelos
Que vuelan sobre la plaza
Y color de unicornios pintados en cartón
Al costado del río.
Rasgos de madera tallada,
Con poesía sin autor,
Deja penetrar la voz del viento
Y contempla a tu inventor

Joaquín M. Ledesma
http://todosloscaballosblancos.blogspot.com/

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