sábado, 28 de febrero de 2009

A DIEZ AÑOS DE... "HEREDIA - GIECO"

La historia de HEREDIA - GIECO nos lleva al año 1989 cuando compartieron por primera vez un escenario e hicieron varios shows con mucho exito pero no tuvieron la oportunidad de grabarlo.
Diez años después, el destino y Mercedes Sosa los volvió a juntar en el teatro Opera en Diciembre 1999.
Para esta oportunidad ya contaron con la grabación del show reflejada en el disco que lleva el mismo nombre.
Lo curioso de este recital fue que, al entrar al teatro, no escuchábamos música como suele pasar habitualmente, sino que lo veíamos a través de una pantalla a León y a Víctor en los camarines del teatro con distintos invitados. Entre ellos estuvieron Abel Pintos y Roxana Carabajal.

La lista de temas fue la siguiente:

- La colina de la vida (León Gieco)*
- 5 siglos igual (León Gieco)*
- Todos los días un poco (León Gieco)
- Supongamos (Víctor Heredia)*
- En el país de la libertad (León Gieco)
- La navidad de Luis (León Gieco)
- Hombres de Hierro (León Gieco)
- Halleluya (León Gieco)
- El imbecil (León Gieco)
- Los salieris de Charly (León Gieco)
- Pensar en nada (León Gieco)*
- Orozco (León Gieco)*
- A nuestros hijos (León Gieco)*
- El viejo Matías (Víctor Heredia)*
- Ojos de cielo (Víctor Heredia)
- Informe de la situación (Víctor Heredia)*
- Mara (Víctor Heredia)
- Razón de vivir (Víctor Heredia)*
- Todavía cantamos (Víctor Heredia)*
- Cola de amor (León Gieco)*
- Sólo le pido a Dios (León Gieco)*
- Sobreviviendo (Víctor Heredia)*
- Guantanamera (Joseito Fernández)*

*DISCO



HEREDIA – GIECO
En los medios masivos de comunicación

Diario LA NACIÓN:



Gieco-Heredia, alianza cantada
Después de 10 años, los dos cantautores vuelven a actuar juntos en un escenario
Miércoles 17 de noviembre de 1999

Ninguno sabía nada del otro. Un día Mercedes Sosa los juntó en su casa y desde ese momento León Gieco y Víctor Heredia comenzaron a compartir afinidades, compromiso, música, amistad, y recitales.
A partir de mañana, los dos artistas compartirán nuevamente un escenario, en el teatro Opera, por una jugada del destino (y de los empresarios). A las funciones de mañana, pasado y el sábado, se agregaron otras dos, para el viernes y sábado de la semana próxima.
Fue a la salida del recital de Chavela Vargas, al que Gieco y Heredia asistieron juntos con sus parejas, donde el dueño del teatro los atajó y les dijo: "Hay un par de fechas libres, ¿por qué no tocan juntos?" Así surgió este encuentro "forzado", que es un correlato de aquella gira que por casualidad compartieron en 1989. "Eso sí, yo no creo en las casualidades, sino en las causalidades", aclara de entrada Heredia, que ofreció su casa como punto de reunión y ensayo.
Al principio, Gieco estaba reticente al compromiso: "Es que estaba muy tranquilo escribiendo algunos temas nuevos. Ahora estoy sumergido en un profundo stress para ver qué es lo que vamos a hacer", y se ríe a boca llena.
Así están las cosas. El espectáculo empezó sobre la base de 14 canciones de uno y otro que compartirán en escena. "La idea es que León cante mis temas y yo los de él, con las bandas de cada uno", explica Heredia. Hay mucho entusiasmo, buenos antecedentes de convocatoria y química entre los dos.
Para el recuerdo
Heredia sólo tiene buenos recuerdos del primer encuentro musical con Gieco, que empezó en La Plata y terminó con tres Luna Park llenos a fines de los ochenta. "Nunca nos habíamos juntado. Ensayamos tres o cuatro canciones para la primera vez. Ese día, cada uno tocó por su lado, pero cuando nos juntamos para compartir esos temas fue increíble lo que pasó", rememora el autor de "Sobreviviendo".
-Es raro que esa reunión no quedara registrada en un disco.
- Heredia : con el tiempo nos dolimos de no haber grabado ese espectáculo. Pero ahora vamos a grabar estos conciertos. Si las compañías quieren editarlo mejor y si no se lo guardaremos a nuestros nietos.
- Gieco : en su momento no activamos lo suficiente para conseguir las cintas de los recitales. Pero no hay mal que por bien no venga. Queremos encarar un proyecto más grande. Al final, cuando uno hace las cosas sin pensarlas demasiado salen mejor.
El paso siguiente a los conciertos será un proyecto discográfico faraónico, que imaginaron hace dos años. "Queremos girar por los paises de América latina y grabar un disco rescatando la nueva canción latinoamericana. Sería bueno que Heredia compartiera temas con gente como Tania Libertad y yo llamara más a los rockeros como Café Tacuba. Es a largo plazo, pero para soñar hay tiempo", cuenta Gieco.
A pesar de lo casual del encuentro, Gieco y Heredia siguen tirando puntas sobre nuevas ideas que van surgiendo del encuentro cotidiano. Reconocen que cada uno tiene una carrera solista demasiado fuerte para resignarla. Pero quieren prolongar la simbiosis artística. "Nosotros somos gente grande, acusa Gieco. El tiene 32 años de carrera -señala a Heredia- y yo casi 28, pero los dos venimos de ramas diferentes y podemos llegar a delirarnos con cosas muy grosas."
-Hasta ahora, ¿cómo funciona la experiencia?
- Heredia : En Colombia, por ejemplo, tocamos ante más de 500 mil personas. No lo podíamos creer. ¿Sabés lo que significa escuchar a tanta gente coreando un tema tuyo?
- Gieco : Las canciones de Víctor las conoce todo el mundo. Tiene cuatro temas que son hits totales. Allá es más conocido que yo.
- Heredia : Sí, pero, ¿sabés cómo se llamaba el festival? "Sólo le pido a Dios".
La charla deriva inevitablemente en el tema de la vigencia y el compromiso. "A nosotros no nos pasan por radio ni televisión, pero sin embargo cuando vamos a un concierto lo llenamos. Quizás porque como dice Mercedes estamos convencidos de lo que hacemos, tenemos salud y suerte", sentencia Gieco.
"Es muy raro que dos artistas coincidan en un mismo momento y al mismo nivel. Suele pasar que la vida es cruel con estas cosas. Sostiene a uno y el otro está en otra situación. A nosotros la vida nos regaló esta posibilidad, que viene de la amistad", aclara Heredia.
Los dos comparten un clima familiar y un lugar dentro de la canción popular que se potencia con este encuentro. La clave de la permanencia la resume Gieco: "Amén a todo hemos subsistido porque no nos enrolamos con ningún partido político y porque ante todo somos músicos que trabajan para la gente. Nosotros cantamos para todos ellos".
Gabriel Plaza
La letra de la utopíaNo es casual que aquel primer encuentro juntos coincidiera con la despedida de Alfonsín de la presidencia. "Nadie supo leer la presión que tenía Alfonsín para defender ese espacio democrático tras la dictadura. Ahora pasaron diez años y estamos despidiendo al gobierno del doctor Carlos Menem, con una profunda felicidad. Lo lamento porque lo conocí personalmente y lo he tenido en mi aprecio, pero le ha hecho mucho daño al pueblo", afirma el cantautor. Gieco se aferra al papel de la canción en estos tiempos de contradicciones. "Nosotros siempre planteamos nuestras letras desde la utopía. Más allá que denunciamos, lo que deseamos es que a la gente le vaya bien. Pero no podemos dejar de decir que me da vergüenza ser argentino con un presidente como Menem, que nos deja en este estado de corrupción, que nos mintió todo el tiempo, y nadie le dice nada", se enoja León. Pero la situación se descomprime cuando la política se desvanece, aunque no del todo. Está presente, en todos sus diálogos o ironías. "Nosotros quisimos votar en Colombia pero no pudimos, así que ahora no nos pueden acusar de proselitistas", dice en forma socarrona León.



DIARIO CLARIN:

Gieco-Heredia: dos son multitud

Cada uno con sus respectivos himnos (Sólo le Pido a Dios, Todavía Cantamos, entre otros), León Gieco y Víctor Heredia volvieron a revalidar, juntos y separados, su romance con el público.
La apuesta multimediática resultó tan elemental como efectiva: un backstage transmitido en directo. Rumbo a dos horas y media de show, Víctor Heredia y León Gieco recorrieron el trecho que separa la zona de camarines del escenario seguidos por una cámara. En una pantalla, la población del Opera tuvo ocasión de seguir sus pasos y dejar crecer la euforia conforme se acortaba la distancia, hasta que irrumpieron.La colina de la vida, Cinco siglos igual, Supongamos figuraron entre las primeras de las más de diez canciones compartidas, no elegidas ni arregladas a la ligera para versiones conjuntas. Tratadas con una diversidad de recursos que fueron de la guitarra a la fornida suma de dos bandas completas, y concentradas antes y después de los segmentos exclusivos de cada protagonista, le dieron al recital una unidad más que meramente protocolar.Cuando se quedó solo con su banda, Gieco desató con El país de la libertad su andanada de hits promovidos a clásicos: Aleluya, Los salieris de Charly, Pensar en nada. O el discurso político de Mensajes del alma y El imbécil, o el absurdo de Orozco, letras cuyo peso no compite, sino que se redobla con el despliegue de una banda poderosa.Tancredo se distribuye entre el violín, la guitarra y el micrófono. Brilla el charango de Aníbal Forcada. Y el propio Gieco hace subir la tensión emotiva de la sala cada vez que avanza tocando con actitud aguerrida y franco entusiasmo hacia el proscenio, independientemente de la dispar relevancia de sus intervenciones en la guitarra o la armónica.Antes de entregar la posta, compartió con Víctor Heredia una versión de A nuestros hijos, de Iván Lins. Entonces llegó el turno de Heredia y su banda, con arreglos del pianista Babu Cerviño. Comenzó por Marcas, de su último disco, y recorrió un primer tramo con un tono que alcanzó su mayor, inusitado grado de intimismo y sugestividad en La guitarra. A partir de Informe de la situación, y como correlato de esa vertiente de su repertorio, reencontró el tono estridente y vibrante, la vehemencia y ese dramatismo con visos de solemnidad que son su sello inequívoco.Cuando Heredia volvió a cantar con Gieco, reaparecieron la austera belleza de su Razón de vivir y el débil alcance poético de su ambicioso Sobreviviendo, entre los himnos Todavía cantamos y Sólo le pido a Dios.Para el hit universal de Gieco subió a escena un heterogéneo coro de invitados, en el que formaron Pedro Aznar, Nito Mestre, Andrés Giménez, Roxana Carabajal y Abel Pintos.Los cinco bises incluyeron nada menos que dos estrenos de Atahualpa Yupanqui . Y terminaron con Guantanamera.El recorrido atravesó décadas de producción de cada uno. Con un acento social que, en algunos casos, no proviene más que de la actualidad. Y que en otros, diluido el contexto original, deja la lozanía de los temas sujeta a sus posibilidades de desarrollo instrumental.Por esta vía, parte del material parece exceder el interés de una militancia nostálgica. O al menos, no hundirse en ella.

HEREDIA-GIECO
Género: Canción
Lugar y fecha: Teatro Opera. Jueves 18, viernes 19 y sábado 20.
Nuevas funciones: viernes 26 y sábado 27 CALIFICACIÓN: Bueno



LA EXPERIENCIA DEL PÚBLICO

Yo los vi en el Opera y fue muy lindo, todo. Lo que mas me gustó fuehacia el final, cuando los que nos habíamos acercado al escenario nossentamos en el suelo, a pedido de los cantantes, para escuchar lostemas de Atahualpa Yupanqui, y se creó un clima muy de entre casa, fuehermoso.Lo único q lamenté fue q estaba mal de la garganta y no pude cantarcomo hubiera querido.Saludos, Marta

Los vi dos veces juntos.
Una vez en el Ópera y otra a los pocos meses en un recital gratuito en la cancha de River.
Muy lindo recital
Reconozco que Heredia no es muy santo de mi devoción, pero como recital estuvo bueno.
Aprovecho para pedir por la vuelta de Tancredo!!!!!!!!! Q´musicazo por favor.
Recuerdo que en el backstage se escucho a Nito cantando "la verdad" con León en armónica, a Roxana cantando "la tristecita", a Jairo cantando "balacera".
Por una cuestión de preferencia, me quedo mil veces con León, la parte de Heredia sólo, salvo algún que otro tema se hizo bastante densa.
Gracias por traer este lindo recuerdo
Javier Adrián Docón

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