Todos los veranos esperamos con ganas el poder ir a un recital de León, somos un grupo de amigas que además compartimos el gusto por su música y su don de gente y como no podía ser de otra manera nuestros hijos nos siguen y son más fanáticos que nosotras.Pero este verano fue diferente, primero porque casi no hubo difusión de la realización así es que nos enteramos sobre la hora por lo que en lugar de las primeras filas, nos conformamos con la 14. Segundo fue mas que especial para mi, porque en ese mismo teatro vi por primera vez un recital de León allá por 1979. Tercero porque esta globalizada situación económica no nos preemitió ir a todos juntos (somos como 14) así es que fuimos solo tres. Tuvimos ausencias mas que justificadas, a Manuela le descubrieron un tumor en la cabeza así es que ahora tiene una válvula. Imaginen lo que lloramos cuando León contó la historia de "La Colina de la Vida " y la necesidad del Garraham del equipamiento y apareció Alejandro tocando y cantando increíblemente.Pasamos de la euforia al dolor, del norte al sur, de la piel al corazón, y volvimos a llorar. El recital, como todos los que pude ver fue muy intenso.Es bueno escuchar a León contar como compartió escenarios, amigos y momentos como si te contara un secreto.Quizá por esa humildad que trasunta y por como hace las cosas es que vibramos mientras Demian bailaba de manera tan bella.
Soy docente, todas las del grupo lo somos, y muchas veces hemos utilizado canciones de León para que la tarea diaria sea mas amena y los chicos puedan puedan aprender poesía sin perder de vista la realidad.León dijo que presentara Mundo Alas en algunas ciudades para promocionarla, desde ya es mi deseo que Mar del Plata sea una de las elegidas para poder compartir con amigos y alumnos una experiencia que promete ser inolvidable.
Colaboración especial
Por Andrea
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